Reseña y entrevista

viernes, 24 de enero de 2014



Hola amig@s!!


Con motivo de la publicación de mi nueva novela, Amarga Sentencia, la bloggera Vanedis me ha hecho una estupenda entrevista en su rinconcito personal. Si queréis pasaros a echarle un vistazo:



http://elblogdevanedis.blogspot.com.es/2014/01/una-entrevista-diferente-miranda.html



¡Y tenemos también la primera reseña de la novela!

http://elblogdevanedis.blogspot.com.es/2014/01/amarga-sentencia-miranda-kellaway.html


Desde aquí agradecerle a Vanedis por sus amables palabras para con mi obra y el trato tan agradable que siempre nos brinda a todas las autoras. Es un placer tener lectores como vosotros!!!


Besos miles!



Miranda K.



Año nuevo... nueva novela!!!!

viernes, 3 de enero de 2014



Feliz año 2014 a tod@s!!!


Y, con la alegría que conlleva el poder estar aquí al pie del cañón para felicitaros un año más, he de contaros que estamos de celebración también por otro motivo. ¡Publico nueva novela!
Pero no hablo de Veneno en tu piel, que Vergara sacará en abril en las librerías de toda España, sino de AMARGA SENTENCIA, una historia de corte romántico-histórico cargada de intriga y suspense que ha visto la luz el último día del año 2013 con B de Books, el sello digital de Ediciones B.
Os dejo la ficha técnica y la imagen de la portada, obra de mi amiga y artista Rosa Gámez:


¿No es preciosa?
Título: Amarga sentencia
Autor: Miranda Kellaway
Editorial: B de Books
Formato: E-Book
Fecha de publicación: 31 de diciembre 2013
ASIN: B00HM001WS

Sinopsis:
Inglaterra, 1901. Deborah Ashton, hija de un baronet natural de Wiltshire, ve derrumbarse su idílica existencia cuando se cierne sobre ella una gran tragedia familiar.
Al verse obligada a abandonar el que fue su hogar, es acogida por la hermana de su padre - una mujer cuyas relaciones con los Ashton son prácticamente nulas debido a un escándalo que protagonizó en el pasado - y por el marido de ésta, un inspector de la Scotland Yard. Deborah ignora totalmente hasta qué punto su destino cambiará el día que llega a sus oídos la noticia del asesinato de una aristócrata en la isla de Wight, y en cuya investigación su tío estaba involucrado.
El caso, conocido como el crimen de la daga azul, no ha podido resolverse, y el asesino está en libertad, a pesar de que todas las pruebas muestran su culpabilidad. Atraída por la siniestra historia que rodea los acontecimientos, Deborah decide comenzar a indagar por su cuenta, viajando hasta la isla e introduciéndose en la cueva del lobo para reunir más pruebas contra el acusado. Lo que allí descubrirá dará a su vida un giro inesperado que la obligará a escoger entre obedecer a sus principios o seguir los dictados de su corazón.


Pues bien, ahí la tenéis. Y como me siento generosa hoy, os regalo un trocito de este nuevo trabajo que tanta ilusión me hace compartir con vosotros:



"―No lo haré, Debbie. Tú no quieres que lo haga rebatió él. Sé cuánto me deseas. Lo supe en la fiesta, cuando te pegaste a mí y respondiste a cada uno de mis estímulos. Quiero tenerte en mi cama. Enseñarte lo que es el placer en todos sus niveles. Yo soy un hombre de fuertes apetitos y tú una mujer capaz de saciar todos ellos con creces. ¿Y sabes lo más delicioso de esto? Que tú eres igual de exigente, y el hecho de que lo niegues no lo hace menos legítimo. Naciste para complacer y ser complacida, para dar y tomar. Para sentarte en mesas de reyes y hacer que se arrastren a tus pies y te rueguen que les permitas adorarte. Juro que no he hecho con ninguna otra lo que me muero por hacer contigo.
Seducida por su discurso demoníaco y adulador, agarré su cabello y tiré, doblando su cabeza hacia atrás. No profirió ninguna queja, pero no se apartó. La locura que habitaba en los ladrillos de aquel castillo maldito me poseyó entonces y le besé en el cuello con urgencia y le marqué con mis dientes. Abarcó mi mandíbula con las manos y me devolvió el arrebato, pero su respuesta fue aún más apasionada. Creí que había perforado mi yugular y que bebía mi sangre como un vampiro nocturno, y me retorcí debajo de él, gimiendo y pidiendo más. Terminamos enredados y apoyados en el roble, único testigo de nuestra ignominiosa actitud, rasgándonos la ropa en un salvaje intento de alcanzar nuestra mutua piel.
Di que me deseas... dilo...
Te... deseo... te deseo..."

¡A disfrutarlo, y gracias por estar ahí!






Muchos besos y abrazos,


Miranda K.
 
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